La Terapia Individual se enfoca en establecer un equilibrio psíquico suficiente para que la persona pueda funcionar de manera óptima, teniendo en cuenta sus rasgos de personalidad, aprendizajes, intereses, el contexto sociocultural y relacional, y los recursos disponibles.
Según el marco de la Psicología Analítica, el trabajo terapéutico se centra en la integración de las Funciones de la Psique, a nivel Individual, Social y Trascendente. Este proceso busca crear puentes y conexiones entre los aspectos internos de la persona y entre el mundo interno y el mundo externo. Se trata de una escucha profunda de los recursos propios de cada individuo, activando un diálogo que permita reflexionar sobre las tensiones y contradicciones que surgen, así como la conciencia de los límites personales.
Como señala Rosemary Gordon en "Puentes, Metáforas de los Procesos Psíquicos":
"Donde hay puentes, y por lo tanto, diversidad y comunicación, también habrá situaciones de opción, de conflicto, de diálogo (...) La presencia de las dos causa, potencialmente, la creación de la tercera, tal y como en el puente real, la tensión creada por los lados opuestos sostiene el arco que es la culminación del puente."
Este enfoque busca acompañar a cada persona en su proceso de autoconocimiento y transformación, creando un espacio seguro donde las contradicciones internas y las tensiones pueden ser gestionadas y entendidas, generando una integración sana de todas las partes del ser.